jueves, 22 de junio de 2017

Una madrileña en un pueblo alemán

Hola,
aún no os he contado como me metí en el mundo de la docencia ni cómo llegué a Alemania. La verdad es que la docencia me encontró a mí. A Alemania me quise venir desde que mi padre me obligó a estudiar un segundo idioma. Escogí el alemán porque el italiano, según mi padre, no cuenta como segundo idioma, y porque mi hermano mayor me dijo que el francés era demasiado difícil. 

Empecé a dar clases cuando tenía dieciocho años y estaba ahorrando para irme de viaje a Alemania o a los Estados Unidos.  Entonces, aún cuidaba al hijo de una profesora de inglés en una academia y ella me recomendó a la profesora del grupo infantil de los sábados.  Me ofrecieron el puesto de ayudante de profesor y lo acepté con ganas.  iAnda que no aprendí de Ms. Moore!  
Ese mismo año también se me acercaron las primeras madres preguntando si podría dar clases a sus hijos, ya que tenían problemas con el inglés en el colegio.  Acepté el reto, aunque iba bastante nerviosa, pero la gente estaba satisfecha con los resultados y los niños venían a gusto a mis clases. 

Al final me decidí irme a los Estados Unidos porque quería conocer un poco más a mi familia por parte de mi madre, y porque quería ver a mi abuela una vez más.  El último deseo no se cumplió y mi abuela murió cuatro meses antes de mi viaje, no sin antes escribirme una carta que me animó mucho en aquella temporada de mi vida. La carta me llegó junto a una tarjeta de cumpleaños a los pocos días de su muerte.  Aunque no pude ver a mi abuela, si pude conectar con dos de mis tíos y dos primos. Mis planes de buscar un lugar donde seguir estudiando no llegaron a realizarse y me volví a Madrid. 

A la vuelta, me tuve que plantear qué hacer con mi vida. Con diecinueve años no tenía ni idea de lo que quería hacer. Me puse a buscar trabajo en cafeterías, heladerías y restaurantes, y conseguí trabajos esporádicos que me mantuvieron a flote durante una temporada difícil.  Un dia, una amiga que llevaba años dando clases extraescolares en un pueblo cerca de Toledo me preguntó si me interesaría ayudarla. Me dijo que me podría enseñar como organizar una clase y que podría apoyarla al principio con el fin de ocuparme de algunos grupos a largo plazo.  En los pueblos había muchísima demanda y pocos profesores, asi que a nada de llegar, ya tenía suficientes alumnos para mantenerme ocupada de lunes a viernes.  

A los pocos meses, otra amiga y profesora de inglés en Madrid me habló de los cursos de TEFL y me preguntó si me interesaría hacer uno.  Decidí apuntarme y fue una decisión acertada. El curso CELTA del International House es muy bueno y me ayudó mucho en los años siguientes. 

Pero aún estaba el sueño aquél de irme a vivir a alemania. Quería practicar el idioma y pasar un tiempo en un país distinto, asi que me puse a ver qué oportunidades había.  Otra vez, fueron amigos los que me conectaron con el sitio donde fui a pasar, primero un verano, después un año entero.  Allí conocí a mi marido, un sudafricano-alemán. Otro TCK!  

Dos años y medio después nos casamos. Primero nos fuimos a vivir a Inglaterra, donde mi marido hizo sus prácticas.  Cuatro años más tarde, con dos hijos y embarazada de la tercera, nos volvimos a Alemania.  La búsqueda de casa nos trajo al pueblo donde ahora vivimos. 

La gente aquí me pregunta: "Qué hacen una mujer española-norteamericana y su marido, un sudafricano-alemán, viviendo en un pueblito al norte de Alemania?"  iPues vivimos! 

iHasta otra!

miércoles, 21 de junio de 2017

Hacer las maletas

Cuando vais de viaje, ¿qué metéis en la maleta? ¿Cuánto tardáis en hacerla? Hay pasos que no podemos evitar cuando vamos de viaje. Uno de ellos es la preparación de las cosas que vamos a necesitar: hacer la maleta. Según Luis Piedrahíta, llenamos nuestras maletas de "por si acasos". ¿Estás de acuerdo? Mira el vídeo y comparte tus respuestas a estas preguntas en un un comentario.

martes, 20 de junio de 2017

¡Hola!

¡Hola!

Muchas gracias por visitar mi rinconcito virtual. Acabo de crearlo, yo solita, siguiendo un par de instrucciones. No es difícil crear un blog, pero eso de escoger un título o crear un sitio web no ha sido tan fácil. Pero bueno, aquí estoy. A lo mejor quieres saber para qué necesito este blog. Te contaré.

Necesito un blog para practicar el uso de la tecnología en el aula de ELE. ¿Qué es ELE?  ELE significa Español como Lengua Extranjera. Lo necesito porque me estoy formando para ser profesora de español en Alemania, país en el que vivo desde hace varios años, y  el curso que estoy haciendo lo requiere. 

¿Quién soy y por qué quiero dar clases de ELE?

Llevo dedicándome a la enseñanza, de alguna forma u otra, desde hace varios años, y desde hace unos cuatro años he añadido el español a mi repertorio. Hasta ahora me he dedicado a dar clases de apoyo, pero dentro de poco espero poder trabajar como docente de español. 

Me gusta la enseñanza y pienso que a través del diálogo es como mejor se aprende; por eso le he puesto este nombre a mi blog. 

¡Hasta otra! 


Ruth